Un próspero y eficiente recorrido...

El nombre de la empresa, TAESA, responde a las iniciales de quien le diera origen: Therese D'Ariste de Estrugamou (1880-1965). Esta dama francesa, cuyos restos reposan en el cementerio parisino de Pere Lachaise, fue desde 1918 la segunda esposa de Alejandro Estrugamou Larrart (1856-1937).

Estrugamou fue un conocido pionero de la ganadería argentina, administrador de Eduardo Casey a quien luego compró la estancia "La Victoria". Fue fundador, gran propulsor y benefactor de Venado Tuerto, donde instaló el primer almacén de ramos generales en 1883, donando numerosos solares para levantar el hospital, la primera escuela y el convento Santa Rosa. Asimismo participó en la fundación de las colonias organizadas en Aarón Castellanos, Chacabuco, Junín, Bolívar, Saladillo y Olavarría. A su muerte los bienes se dividieron entre los hijos de su primer matrimonio con Rosa Turner y la citada Therese.

TAESA, como tal, comenzó a operar en 1948 en las estancias Don Alejandro en Junín, ubicada en el kilómetro 287 de la Ruta 7, a metros de la estación Blandengues, y La Calma en Aarón Castellanos. Son 30.000 hectáreas propias, con 15.000 destinadas exclusivamente a agricultura y más de 20.000 ejemplares angus, desarrollando el ciclo completo: cría, invernada y cabaña. Las estancias de Therese fueron administradas por su sobrino Jacques Delcasse de Monsegou (1905-2004) -hijo de George Delcasse de Monsegou y Jeanne D'Ariste, hermana de Therese- quien en 1950 cambió todo el rodeo de sus campos, hasta entonces poblados de Shorthorn, por Aberdeen Angus; siendo el origen de los planteles La Celina de Zuberbuhler. En enero de 1972 se hace cargo de la administración Enrique Delcasse de Monsegou, quien desde chico acompañaba a su padre Santiago a recorrer los campos. En noviembre de ese año, Enrique toma una importante decisión: direccionar toda la producción de ganado a los bovinos, hasta entonces compartida con ovinos. La cría de ovejas había tenido su auge a mediados del siglo XIX y Alejandro Estrugamou, como tantos otros iniciadores de aquella moderna ganadería argentina, había apostado a ellas. Sus campos tenían 60.000 ovejas y competían con la producción vacuna. Sin embargo para fines de la década de 1880, comenzó la exportación de carne de vaca y esta comenzó a incrementar su preponderancia. El territorio fue paulatinamente dedicándose a la producción combinada entre cereales y carne vacuna para la exportación, y aunque el ovino no desapareció de la región, para mediados del siglo XX la provincia de Buenos Aires arrinconaba a sus ovejas en el extremo sur o las expulsaba hacia otras provincias. TAESA no fue ajena a ese proceso productivo y Enrique tomó la decisión de liquidar todas las ovejas que quedaban, 14.000 aproximadamente.

Hasta los años 1992/94 la producción en TAESA continuó siendo mayormente ganadera. En aquellos tiempos la empresa tenía cerca de 75.000 cabezas vacunas, pero a partir del 94 las cosas empezaron a cambiar y se profundizó mucho más la agricultura. En los últimos 50 años Taesa desarrolló 30 muy ganaderos y 20 años más agrícolas. A mediados de los 90, la zona de Junín sufrió importantes inundaciones que prácticamente cubrieron el campo de la estancia Don Alejandro. Al poco tiempo el desborde de la laguna La Picasa hizo que de las 17.500 hectáreas originales de Aarón Castellanos, 10.000 quedarán sumergidas. A pesar de todo, Taesa no se desprendió del núcleo de hacienda que ya tenía muchos años de sanidad, de calidad y mejoras. Hasta ese tiempo, para mantenerlo se compraban entre Pedigree y Puros Controlados 300 toros por año y se llegaron a inseminar 7000 vaquillonas anuales. A partir de ese momento la empresa decide profundizar un camino propio en sus líneas genéticas e implementa la tecnología Breedplan de la Universidad de New England, Australia, sobre el núcleo de su rodeo.

Se establecen objetivos de selección en base a estrictos criterios de "Funcionalidad", lo que significa fortalecer atributos de verdadera importancia económica. En ese camino, el sistema de Evaluación genética Breedplan permite una caracterización precisa de los animales, acelerando el mejoramiento hacia las metas propuestas. La empresa utiliza sobre sus rodeos genética propia con ejemplares destacados dentro del Grupo Breedplan Angus Argentino, como el colorado D'Artagnan, entre los 5% mejores en el ranking para Indice Pampa. El segundo objetivo que se propuso la firma y su equipo al final de los noventa fue reformular el planteo comercial, comenzando a ofrecer vientres Angus preñados, en dos remates anuales en Estancia Don Alejandro.

Los remates de otoño e invierno de Taesa se convirtieron en un clásico. Sus angus son fuentes confiables de calidad para todos los criadores de la región central argentina.

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